lunes, 3 de septiembre de 2012

CAPITULO 14 ♥


Cuando terminamos de comer, la calle estaba llena de paparazis. Los flashes no paraban de perseguirnos y me sentí muy agobiada. Nos montamos en el coche de Cory y fuimos hacia su casa.
-Joder, son asquerosos. –Dijo Cory, quejándose, cuando por fin pudimos entrar en su casa. No había estado nunca en ella y era una casa enorme y con mucha luz. –Se inventan rumores de la nada, tu y yo comiendo juntos ¿y? somos amigos. –Lo dije para que lo oyese, pero fingí que era un pensamiento privado. –Bueno, ¿qué quieres hacer? No creo que podamos salir hasta dentro de un par de horas. –Dijo señalando a las 30 o 40 paparazis que había en la ventana. -¿Una peli? Umm, ¿qué tal los juegos del hambre? –Me dijo riendose. –No, por favor, nada que tenga que ver con Josh. –En ese momento, me di cuenta de que Cory no sabía nada de lo que nos había pasado a Josh y a mi. -¿Problemas de pareja? –Me dijo en señal de que me sentase y se lo contase todo. Cuando acabé de hablar, me di cuenta de que me había cogido la mano. –Es un capullo. –Me dijo mientras que jugaba con un mechón de mi pelo entre sus dedos. –Cory, sigue siendo mi novio. –Separé nuestras manos y después me levanté cogiendo mi bolso. –Bueno, solo digo, que si fueses mía, no te haría eso. –Volvió a cogerme la mano. –Ya, pero no lo eres. Tengo prisa, adiós. –Me dirigí a la puerta y después, cerré de un portazo. Cuando salí los paparazis ya se habían ido así que esperé a que pasase un taxi. Cuando monté, el teléfono empezó a sonar. Era Josh así que di una pequeña propina al taxista por las molestias y bajé del taxi. Me apetecía hablar en privado y no con un taxista mirando asi que aunque era una hora andando mas o menos, me quité los tacones y cogí el teléfono.
-No me creo que seas tu el que me estés llamando a mi. -Le dije nada más descolgar el teléfono. –Pero si hablamos todos los días. –Me respondió el, intentando defenderse. –Si, pero siempre llamo yo, después de estar horas esperando a que lo hagas tu y luego, si me lo coges a la primera, estamos como mucho medía hora hablando, bueno, que digo hablando , yo te cuento las cosas y lo único que me dices es si o no. ¿Qué coño te pasa Josh? –Le grité. La gente me estaba mirando mientras que caminaba pero lo único que hacía era llorar. –Te he engañado, lo siento. –Era la voz de Josh, no me lo podía creer. -¿Qué has hecho que? –Dije, con la poca voz que me salió. –Lo siento, fue después de todo lo del embarazo y llegué al rodaje y me emborraché y me acabé acostando con una camarera. -¿Qué embarazo Josh? Joder fue un puto retraso. –Ahora si que le grité, le grité con todas mis fuerzas. Me di cuenta de que la gente empezó a reconocerme y empezó a hacerme fotos con el móvil. -¿Sabes qué Josh? Hemos acabado. –Colgué el teléfono y noté como las gotas de lluvia empezaron a caer del cielo. Entonces, alguien me cogió de la mano y me llevó a su coche. Era Toby. Si, el amigo del que parece que me he olvidado fue de gran ayuda para superar la ruptura. 

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